Orquídea Vanda

Nombre Científico: Vanda spp.

Familia: Orchidaceae

Altura: Puede alcanzar hasta 1 metro en interiores, dependiendo de la especie.

Crecimiento: Moderado.

Hojas: Alargadas, verdes y coriáceas, dispuestas en forma de abanico.

Flores: Grandes, vistosas y de colores vibrantes, que pueden durar varias semanas. Florecen varias veces al año con los cuidados adecuados.

Toxicidad: No es tóxica para mascotas ni humanos.

Propagación: Se propaga mediante keikis (retoños) que crecen en la base de la planta madre o por semillas en condiciones controladas.

Beneficios: Ideal para la decoración de interiores, añade un toque exótico y elegante con sus impresionantes flores.

Mantenimiento: Moderado a alto, requiere atención especial a la humedad y la luz.

Riego: Riega regularmente, sumergiendo las raíces en agua durante 15-20 minutos una vez por semana en invierno y dos veces por semana en verano. Asegúrate de que las raíces se sequen completamente entre riegos.

Luz: Prefiere luz indirecta brillante. Coloca la orquídea en un lugar donde reciba luz filtrada, evitando la luz solar directa que puede quemar las hojas.

Temperatura: La temperatura ideal se encuentra entre 18-30°C. Evita temperaturas inferiores a 15°C y protéjela de corrientes de aire frío.

Humedad: Necesita alta humedad, preferiblemente entre 60-80%. Usa un humidificador o rocía las raíces regularmente para mantener la humedad adecuada.

Sustrato: Generalmente se cultiva sin sustrato en cestas o montada, permitiendo que las raíces cuelguen libremente para una buena circulación de aire.

Fertilización: Aplica fertilizante específico para orquídeas cada 1-2 semanas durante la primavera y el verano. En otoño e invierno, reduce la frecuencia a una vez al mes.

Poda: Elimina las raíces secas o dañadas y corta las varas florales después de la floración para estimular un nuevo crecimiento.

Transplante: Transplanta cada 2-3 años o cuando las raíces superen el contenedor, preferiblemente en primavera.